🧡 Cuidados de la Madre: La Guía Completa para Acompañarte Antes, Durante y Después del Embarazo
El verdadero cuidado empieza con mamá

Cuando pensamos en un embarazo, automáticamente nos enfocamos en el bebé. Pero la verdad es que todo empieza por la madre. Sin ella, no hay historia. Sin su bienestar, no hay cuna que valga. En este artículo, quiero llevarte por un viaje completo y muy personal sobre los cuidados de la madre, no solo después de dar a luz, sino desde antes de quedar embarazada, pasando por los meses de gestación, y más allá del parto.
Como alguien que ha vivido esta experiencia de forma consciente, puedo decirte que cuidarse no es un lujo, es una necesidad vital.
Cuidados antes del embarazo: la preparación es clave

Muchas veces se habla del embarazo como si empezara con la primera ecografía. Pero en realidad, el cuidado de la madre comienza mucho antes. La etapa pregestacional es crítica, porque es cuando el cuerpo se prepara para sostener una vida nueva. Ignorar esta etapa es como empezar a construir una casa sin revisar el terreno.
Yo lo viví así: “Se debe de tener en cuenta siempre el cuidado de la madre en todo lo que cabe, los cuidados antes y después de quedarse embarazada. Por ende, lo primero es visitar un médico que nos indique cómo está nuestro cuerpo, en qué estado, y que nos mande a realizar los exámenes pertinentes.”
En este punto, se deben tener en cuenta aspectos como:
Cuanto más sepas sobre tu salud antes del embarazo, mejor preparado estará tu cuerpo para enfrentar los cambios que vienen.
Salud materna y exámenes médicos: el primer paso consciente
Una vez que decides dar el paso, la consulta médica no es opcional. Es ahí donde empieza la parte más racional del proceso: análisis, diagnósticos y planes. No solo se trata de saber si puedes quedar embarazada, sino de preparar el entorno biológico para un desarrollo saludable.
“Si nos hace falta algún tipo de vitaminas o pastillas, ácido fólico para el desarrollo adecuado para el bebé, esto tenerlo en cuenta es lo más importante.”

Entre los exámenes recomendados están:
Además, el ácido fólico no es negociable. Su suplementación previa reduce el riesgo de defectos del tubo neural en el bebé. Y si tienes antecedentes médicos personales o familiares, el médico puede recomendarte otros cuidados o derivaciones a especialistas.
Alimentación, vitaminas y ácido fólico: aliados invisibles
No se trata de comer por dos, sino de comer para los dos. Una alimentación equilibrada, rica en nutrientes, y el uso de suplementos como el ácido fólico, hierro, y DHA hacen una diferencia enorme en el bienestar tanto de la madre como del bebé.
Muchas mujeres no saben que los requerimientos nutricionales cambian desde las primeras semanas, incluso antes de que el test de embarazo dé positivo.
El ácido fólico, por ejemplo, se recomienda al menos tres meses antes del embarazo, en dosis de 400 a 800 microgramos diarios. La vitamina D, el calcio, el hierro y el yodo también juegan un rol fundamental en esta etapa.
Hábitos que debes evitar: alcohol, drogas y otros riesgos
Uno de los puntos más delicados, y a veces pasados por alto, es el impacto que ciertas sustancias tienen en el desarrollo fetal.
“También tener cuidado con las bebidas alcohólicas, en sí con todas las drogas, causan un mal desarrollo neuronal.”
El consumo de alcohol durante el embarazo puede provocar el síndrome alcohólico fetal, con consecuencias irreversibles. Y aunque parezca obvio, todavía hay desinformación respecto al consumo esporádico, que también es perjudicial. Lo mismo aplica para:
Cuidarte también es decir no, incluso cuando socialmente parezca exagerado.
Movimiento y ejercicio durante el embarazo: activa y fuerte
Una madre activa es una madre fuerte. El embarazo no es una enfermedad y, salvo indicaciones médicas específicas, el movimiento es tu mejor aliado para mantener tu cuerpo preparado para el parto y para la recuperación posterior.
“Durante el día se mantenga activa lo más posible, como por ejemplo hacer ejercicio lo más posible, haciendo ejercicios como tipo de pesas o otros más cómodos para estos momentos del embarazo.”
Obviamente, no hablamos de maratones ni de rutinas extenuantes. Pero sí de:
Además de mejorar el ánimo, el ejercicio ayuda con la circulación, el sueño, el control de peso y el tono muscular.
Moverme me hizo sentir más viva y fuerte. Usé estas bandas de resistencia que me permitían hacer ejercicio sin esfuerzo excesivo, y también esta esterilla antideslizante, ideal para las rutinas suaves en casa. La actividad física me cambió el estado de ánimo y me preparó físicamente para el parto.
El descanso que la madre necesita: posturas y tips para dormir mejor
Dormir durante el embarazo puede ser un reto. Las hormonas, el tamaño de la barriga y la ansiedad juegan en contra. Pero hay estrategias que pueden marcar la diferencia.
“Tener en cuenta a la hora de dormir tener una almohada sobre la barriga, la más cómoda para usted, y también dormir con una almohada entre las piernas, así podrá conciliar mejor el sueño.”
Estas posturas ayudan a:
Invertir en una buena almohada para embarazo (o incluso dos) puede ser una bendición diaria.
Dormir bien fue uno de los mayores retos. Lo logré gracias a esta almohada de embarazo tipo C, que literalmente me abrazaba y me daba soporte completo. Para las piernas, este cojín fue una joya: alivió la presión y mejoró mi circulación. Fue una inversión pequeña con un impacto enorme en mi descanso.
Cuidados emocionales: escucha, apoyo y autocompasión
No todo es físico. Los cambios hormonales, los miedos, la incertidumbre y las expectativas sociales generan una montaña rusa emocional. El cuidado emocional de la madre es tan importante como el físico.
Aquí es donde el entorno juega un papel clave: pareja, familia, amigas y profesionales deben ser una red de apoyo activa. Pero también está en ti: permitirte sentir, llorar, decir “no sé” o pedir ayuda, es parte del proceso.
Terapia psicológica, meditación, escritura o simplemente una charla sincera con alguien de confianza puede ayudarte a no perderte en el camino.
Postparto: cómo cuidarse para cuidar mejor
Llegó el bebé, pero no se acabó tu proceso. Al contrario, empieza una nueva etapa en la que muchas mujeres se olvidan de sí mismas. Pero una madre bien cuidada es una madre que puede cuidar mejor.
En esta fase, cuida de:
Los primeros 40 días son clave, pero el postparto real puede durar meses. Ten paciencia contigo misma.
Después del parto, entendí que el cuidado no termina con el nacimiento. Esta faja postparto me dio un soporte físico inmediato que agradecí muchísimo. Además, este sujetador de lactancia fue práctico, cómodo y fácil de usar, incluso con una sola mano. También usé un cojín de lactancia que hizo cada toma más cómoda para mí y para el bebé.
El viaje de ser madre comienza contigo
Cuidarse no es egoísmo, es la primera muestra de amor hacia el bebé. Desde antes del embarazo hasta mucho después del parto, el cuerpo y la mente de la madre necesitan atención, nutrición, apoyo y descanso.
Como dijiste con tanta claridad: “Tener en cuenta el cuidado de la madre en todo lo que cabe, antes y después de quedarse embarazada...” es algo que no podemos olvidar, ni como sociedad, ni como individuos.
Así que si estás leyendo esto como futura mamá, mamá reciente o simplemente como alguien que quiere saber más: este camino empieza en ti, y tú mereces cada cuidado posible.